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527.
1990
Inglaterra
Heavy Metal
*****
Ya la hora de Judas Priest había pasado, atrás quedaban los legendarios discos Defenders of the Faith, Screaming for Vengeance y British Steel, por dar sólo unos cuantos ejemplos, y el heavy metal en el mundo moría lentamente a medida que un nuevo movimiento musical llamado Grunge amenazaba con comerse no sólo al metal, sino que a la industria musical por completo. Pero justo cuando el mundo metalero no daba un peso por las bandas heavy metal tradicionales y se dejaba seducir por el thrash más violento o por el más brutal death metal, sale al mercado Painkiller, y no queda títere con cabeza. Este disco es lejos el más pesado, violento y agresivo dentro del género de heavy metal tradicional. No pocos consideran que Judas Priest practicamente caminó por los senderos del thrash con él. Y lo más respetable es que lo hicieron con clase. Porque el álbum sigue sonando a Judas Priest. Es un tremendo disco que comienza con la poderosísima "Painkiller", rapidísimo tema comparable sólo con "Ram it Down", del disco del mismo nombre. Bajan las revoluciones un poco en el segundo tema, "Hell Patrol", pero luego vuelve el descontrol con "All Guns Blazing". Las guitarras de K.K. Downing y Glenn Tipton, considerados por muchos como la mejor dupla de heavy rock de la historia son simplemente fuera de este mundo. Alucinantes. Complicadísimos solos de guitarra y una fuerza desgarradora son la tónica del disco. ¿Y qué decir de Rob Halford? Aquí lo tenemos cantando como los mil demonios y como si estuviera poseido. Y es ciertamente la inclusión de Scott Travis, baterista que reemplazó al clásico, pero no tan eximio, Dave Holland, el que con su impecable y demandante técnica exige al resto de la banda como nunca antes. Siguiendo con las canciones, "Leather Rebel" vuelve a bajar las revoluciones un poco, pero la agresión sónica sigue latente en "Metal Meltdown". Las situación se calma de nuevo con "Night Crawler". De ahí para adelante el disco da un giro inesperado, pero en la dirección correcta, y si bien "Between the Hammer & the Anvil", "A Touch of Evil", "Battle Hymn" y "One Shot at Glory" no son tan demoledoras como las canciones iniciales, son canciones a la altura de la banda. Painkiller, es, sin lugar a dudas, uno de los mejores discos de Judas Priest, a la altura de los inmortales clásicos de los setentas y ochentas. Sería a la vez el fin de la época Halford, volviendo este quince años después para el disco Angel of Retribution del año 2005.
Inglaterra
Heavy Metal
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Ya la hora de Judas Priest había pasado, atrás quedaban los legendarios discos Defenders of the Faith, Screaming for Vengeance y British Steel, por dar sólo unos cuantos ejemplos, y el heavy metal en el mundo moría lentamente a medida que un nuevo movimiento musical llamado Grunge amenazaba con comerse no sólo al metal, sino que a la industria musical por completo. Pero justo cuando el mundo metalero no daba un peso por las bandas heavy metal tradicionales y se dejaba seducir por el thrash más violento o por el más brutal death metal, sale al mercado Painkiller, y no queda títere con cabeza. Este disco es lejos el más pesado, violento y agresivo dentro del género de heavy metal tradicional. No pocos consideran que Judas Priest practicamente caminó por los senderos del thrash con él. Y lo más respetable es que lo hicieron con clase. Porque el álbum sigue sonando a Judas Priest. Es un tremendo disco que comienza con la poderosísima "Painkiller", rapidísimo tema comparable sólo con "Ram it Down", del disco del mismo nombre. Bajan las revoluciones un poco en el segundo tema, "Hell Patrol", pero luego vuelve el descontrol con "All Guns Blazing". Las guitarras de K.K. Downing y Glenn Tipton, considerados por muchos como la mejor dupla de heavy rock de la historia son simplemente fuera de este mundo. Alucinantes. Complicadísimos solos de guitarra y una fuerza desgarradora son la tónica del disco. ¿Y qué decir de Rob Halford? Aquí lo tenemos cantando como los mil demonios y como si estuviera poseido. Y es ciertamente la inclusión de Scott Travis, baterista que reemplazó al clásico, pero no tan eximio, Dave Holland, el que con su impecable y demandante técnica exige al resto de la banda como nunca antes. Siguiendo con las canciones, "Leather Rebel" vuelve a bajar las revoluciones un poco, pero la agresión sónica sigue latente en "Metal Meltdown". Las situación se calma de nuevo con "Night Crawler". De ahí para adelante el disco da un giro inesperado, pero en la dirección correcta, y si bien "Between the Hammer & the Anvil", "A Touch of Evil", "Battle Hymn" y "One Shot at Glory" no son tan demoledoras como las canciones iniciales, son canciones a la altura de la banda. Painkiller, es, sin lugar a dudas, uno de los mejores discos de Judas Priest, a la altura de los inmortales clásicos de los setentas y ochentas. Sería a la vez el fin de la época Halford, volviendo este quince años después para el disco Angel of Retribution del año 2005.
He aquí dos notables videos de este disco:
http://www.youtube.com/watch?v=JAagedeKdcQ (Painkiller) ¡Chacal!
http://www.youtube.com/watch?v=yYYhrN0m4Uk ( A Touch of Evil)