Wednesday, September 27, 2006

IRON MAIDEN - Killers


459.
1981
Inglaterra
Heavy Metal
*****

Este segundo esfuerzo de Maiden coincide con la entrada a la banda del guitarrista Adrian Smith en reemplazo de Dennis Stratton y es considerado por no pocos fans como el mejor álbum del grupo en toda su larga y extensa discografía, superando incluso discos tan importantes como The Number of the Beast y Piece of Mind. Otros no irían tan lejos con la opinión y preferirían decir que es definitivamente el mejor disco con Paul Di´Anno en las voces pero que no supera a los discos ya mencionados, primero y segundo, respectivamente, con el aporte del carismático Bruce Dickinson en voces. Sin importar a que bando se matriculan lo cierto es que Killers es indiscutiblemente considerado un clásico de proporciones herculeanas. Está producido por Martin Birch, reputado productor que ya había trabajado con bandas de gran calibre, como Deep Purple, Rainbow, Fleetwood Mac, Black Sabbath y otros. Y esta aventura con Maiden probaría ser muy fructífera, produciendo a los británicos diez álbumes. Aquello, eso de contar con tan afamado productor para Killers sin lugar a dudas ayudó enormemente para que el disco sonara con más poder y mucho mejor enfocado que el debut. A diferencia de aquél, Killers no tiene debilidades y resulta ser una experiencia auditiva cautivante y un álbum que idealmente hay que escuchar de principio a fin. Comienza con "The Ides of March", genial pequeña pieza instrumental de menos de dos minutos que da paso a "Wrathchild", "Murders in the Rue Morgue"; canción inspirada en la historia del mismo nombre del gran escritor Edgard Allan Poe, y más adelante a "Ghengis Khan" y "Killers", para finalizar con "Drifter". Estas son las cinco canciones a elegir si es que obligatoriamente debiéramos hacer nuestra selección. Mención aparte merece "Prodigal Son" donde Maiden baja la intensidad usual y nos entrega la más pausada de las canciones, demostrando al mismo tiempo su capacidad para matizar su música, característica explotada en cada uno de los álbumes subsiguientes. Puesto muy simplemente, Killers es uno de los mejores discos de heavy metal de la historia y junto con los dos discos que vienen a continuación en orden cronológico forma parte de la tripleta absolutamente imprescindible de Maiden.

IRON MAIDEN


458.
1980
Inglaterra
Heavy Metal
****
Formados en Londres en 1976 por el bajista Steve Harris, Iron Maiden es una de las más influyentes y exitosas bandas de heavy metal de todos los tiempos. Líderes del NWOBHM (New Wave of British Heavy Metal) el disco debut marcaría el comienzo de una impresionante racha de siete álbumes de estudio todos considerados imprescindibles clásicos. De estos álbumes los dos primeros marcan la primera etapa del grupo, contando en las voces con Paul Di´Anno, desde luego un cantante no tan depurado como Bruce Dickinson, quien entra a la máquina de Iron Maiden para el tercer álbum, el famosísimo The Number of the Beast (1982), pero todo un personaje de gran carisma (al igual que Dickinson) y con un aura de chico malo ad-hoc a la propuesta estilística del grupo.
Mirado en retrospectiva, este debut es el más débil de la lista de siete clásicos, aquella que termina con Seventh Son of a Seventh Son, de 1988, sin embargo ha logrado mantener su importancia y ha envejecido con clase. Claramente inferior a Killers, que vendría un año después, empero contiene nueve canciones que auguran mejores cosas por venir, especialmente en cuanto a producción y sonido, destacando el instrumental "Transylvania" como lo mejor. El resto de las canciones son buenas, que no quede ninguna duda al respecto, pero una a una, Killers toma todo lo bueno que tenemos aquí y lo mejora. Si aquí hablamos de bueno, en el segundo disco hay que hablar de genialidad. Este trabajo cuenta además con la participación de Dennis Stratton en guitarra, hombre que sería reemplazado ya para el segundo disco en la figura de Adrian Smith, guitarrista que junto con Dave Murray formarían el duo que grabaría cada uno de los clásicos subsiguientes hasta Seventh Son. De ahí etra Janick Gers... pero esa es otra historia. Lo crucial aquí es que este disco de Maiden sigue siendo muy importante y su cualidad de clásico imprescidible y absoluto del metal no puede ser soslayada, aún considerando sus limitaciones.