Aquí sí que no necesitamos introducciones ya que Jean Michel Jarre, nacido el 24 de Agosto de 1948 en Lyon, Francia, es, por lejos, el artista más famoso de ese país, con ventas superiores a los 50 millones de discos. Es al mismo tiempo considerado el padre de la música electrónica y sus mega espectáculos en vivo son únicos en su clase. Para aquellos no familiarizados con este artista se urge que lo chequeen, en especial con sus primeros cinco álbumes, aunque, hilando fino, es Oxygene, el debut, el álbum más importante y aquel que definitivamente merece la mayor atención. Dividido en seis partes, Oxygene es en verdad una sola canción y desde su comienzo hasta el final lleva al oyente a los más fascinantes parajes. La parte 4 es, desde luego, la más conocida, siendo aquel corte un éxito a nivel internacional en su época. El resto del disco puede que no sea parte de los "hits", pero de todas maneras es brillante y de calidad insuperable. Este es lejos, pero absolutamente lejos, el mejor álbum de música instrumental en teclado y maquinas de la historia. Tiene un feeling sumamente especial, y la capacidad de simplemente hacer volar al oyente como ningún otro álbum parecido. Es un disco que atrapa, envuelve e hipnotiza como una visión nunca antes vista. Espectacular, melancólico, alienígena, etéreo, alucinante, se recomienda incluso a aquellos que no simpatizan con los teclados ni nada que se acerque siquiera un paso a la electrónica. Absolutamente imprescindible, no pocos consideran que Jarre nunca pudo superarlo.