193.
1997
Inglaterra
Black Metal, Black Metal Sinfónico, Heavy Metal
*****
Segundo disco de estudio (Vempire es un EP) de esta perturbadora banda. Es al mismo tiempo el primer álbum que escuché de ellos. Y fue a gracias a un amigo que quedó bastante alucinado cuando descubrió esta placa. Él me dio a conocer este disco, quedando yo también muy impresionado. Desde aquel día mi inclinación por la música extrema no ha hecho otra cosa que acentuarse.
Recuerdo que en la época pensé que simplemente no había posibilidad alguna de sobrepasar el nivel de agresividad sónica que había alcanzado este grupo con esta producción. El tiempo demostraría que era posible superarla, al menos en ese aspecto, y creánlo o no, ¡hay cosas más extremas que ésta!
La propuesta continúa con lo trazado en los álbumes anteriores. Hay bastante melodía, mucha rapidez, muchos cambios, y excelente talento compositor. La voz cuesta un poco asimilarla, ya que realmente los gritos de Dani Filth (así se hace llamar) son algo para horrorizar y espantar a cualquier hijo de Dios. No es la típica voz gutural death metal, sino que se trata de una voz mucho más aguda, desquiciante y enfermiza. Si se le sacara la voz al disco, este no sería tan pesado. Pero no sólo canta Dani en la placa, participan también Sarah Jezebel Deva y Danielle Cneajna Cottincton, dos damiselas que hacen las partes fantasmagóricas y las invocaciones según se lee en el librillo del compacto. Y son esas voces femeninas las que le dan a la banda un tinte un tanto gótico y de romanticismo fatídico. A la vez endulzan un poco la corrosiva propuesta de la banda. Los teclados hacen algo parecido, dándole al sonido una vibra de desolación siniestra que calza a la perfección con el grupo.
La temática de las letras es muy compleja, y tienen que ver con erotismo oscuro, muerte y la condena de las almas (según lo que ellos mismos dicen). Interesante también resulta el hecho de que las canciones sean recitadas, más que cantadas.
Recomiendo absolutamente todos los temas de este disco, que hay que escuchar de principio a fin para poder apreciar completamente en su macabra exposición. No es un álbum para todo el mundo, ni siquiera para todos los amantes del rock, sino para gente con suficiente apertura musical como para dejarse envolver dentro de la vorágine de locura y misantropía que representa una de las bandas de Black Metal más exitosas de la historia. Nota aparte, algunas personas no consideran esto como verdadero Black Metal, ya que estiman que teclados y voces femeninas no pueden ser incluidas dentro de ese estilo. Pero esa es una opinión un tanto purista que para fines prácticos no importa mucho, así que nos contentaremos con denominar a Cradle of Filth como Black Metal.
Inglaterra
Black Metal, Black Metal Sinfónico, Heavy Metal
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Segundo disco de estudio (Vempire es un EP) de esta perturbadora banda. Es al mismo tiempo el primer álbum que escuché de ellos. Y fue a gracias a un amigo que quedó bastante alucinado cuando descubrió esta placa. Él me dio a conocer este disco, quedando yo también muy impresionado. Desde aquel día mi inclinación por la música extrema no ha hecho otra cosa que acentuarse.
Recuerdo que en la época pensé que simplemente no había posibilidad alguna de sobrepasar el nivel de agresividad sónica que había alcanzado este grupo con esta producción. El tiempo demostraría que era posible superarla, al menos en ese aspecto, y creánlo o no, ¡hay cosas más extremas que ésta!
La propuesta continúa con lo trazado en los álbumes anteriores. Hay bastante melodía, mucha rapidez, muchos cambios, y excelente talento compositor. La voz cuesta un poco asimilarla, ya que realmente los gritos de Dani Filth (así se hace llamar) son algo para horrorizar y espantar a cualquier hijo de Dios. No es la típica voz gutural death metal, sino que se trata de una voz mucho más aguda, desquiciante y enfermiza. Si se le sacara la voz al disco, este no sería tan pesado. Pero no sólo canta Dani en la placa, participan también Sarah Jezebel Deva y Danielle Cneajna Cottincton, dos damiselas que hacen las partes fantasmagóricas y las invocaciones según se lee en el librillo del compacto. Y son esas voces femeninas las que le dan a la banda un tinte un tanto gótico y de romanticismo fatídico. A la vez endulzan un poco la corrosiva propuesta de la banda. Los teclados hacen algo parecido, dándole al sonido una vibra de desolación siniestra que calza a la perfección con el grupo.
La temática de las letras es muy compleja, y tienen que ver con erotismo oscuro, muerte y la condena de las almas (según lo que ellos mismos dicen). Interesante también resulta el hecho de que las canciones sean recitadas, más que cantadas.
Recomiendo absolutamente todos los temas de este disco, que hay que escuchar de principio a fin para poder apreciar completamente en su macabra exposición. No es un álbum para todo el mundo, ni siquiera para todos los amantes del rock, sino para gente con suficiente apertura musical como para dejarse envolver dentro de la vorágine de locura y misantropía que representa una de las bandas de Black Metal más exitosas de la historia. Nota aparte, algunas personas no consideran esto como verdadero Black Metal, ya que estiman que teclados y voces femeninas no pueden ser incluidas dentro de ese estilo. Pero esa es una opinión un tanto purista que para fines prácticos no importa mucho, así que nos contentaremos con denominar a Cradle of Filth como Black Metal.