1993
Estados Unidos
Estados Unidos
Heavy Metal
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Fight es la banda que formó el vocalista de Judas Priest, Rob Halford, después de que se fue de la banda inglesa tras editar Painkiller. Scott Travis; baterista que recién había ingresado a Judas para Painkiller, participa en los dos discos de estudio que logró grabar Fight antes de disolverse.
Musicalmente, War of Words se diferencia bastante de lo hecho por Judas Priest. En primer lugar, tiene un sonido más noventero (aunque durante los años noventa Judas incorporaría influencias de la década), y en segundo lugar, suena un poco más pesado. Eso sí que el esquema de las canciones no escapa de los preceptos del heavy metal clásico, incluyendo los infaltables solos de guitarra a mitad de canción; en esta oportunidad a cargo de Russ Parrish y Brian Tilse, que destacan con una dosis de excelentes y furiosos solos, tal como lo podemos apreciar en el tema "Nailed to the Gun", por ejemplo. En cuanto a riffs, el álbum destaca especialmente en aquello, con algunos pasajes de gran poder, como se pueden apreciar en los cortes "Contortion", "Kill it" y "Vicious", tres temas que se suceden uno tras otro en un torbellino de fuerza avasalladora.
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Fight es la banda que formó el vocalista de Judas Priest, Rob Halford, después de que se fue de la banda inglesa tras editar Painkiller. Scott Travis; baterista que recién había ingresado a Judas para Painkiller, participa en los dos discos de estudio que logró grabar Fight antes de disolverse.
Musicalmente, War of Words se diferencia bastante de lo hecho por Judas Priest. En primer lugar, tiene un sonido más noventero (aunque durante los años noventa Judas incorporaría influencias de la década), y en segundo lugar, suena un poco más pesado. Eso sí que el esquema de las canciones no escapa de los preceptos del heavy metal clásico, incluyendo los infaltables solos de guitarra a mitad de canción; en esta oportunidad a cargo de Russ Parrish y Brian Tilse, que destacan con una dosis de excelentes y furiosos solos, tal como lo podemos apreciar en el tema "Nailed to the Gun", por ejemplo. En cuanto a riffs, el álbum destaca especialmente en aquello, con algunos pasajes de gran poder, como se pueden apreciar en los cortes "Contortion", "Kill it" y "Vicious", tres temas que se suceden uno tras otro en un torbellino de fuerza avasalladora.
Este álbum es para muchos el mejor trabajo de Rob Halford como solista durante los años noventa, y también el más convincente, ya que posteriormente Halford perdería bastante la dirección, y sacaría al mercado trabajos que confundieron a sus miles de seguidores, específicamente el proyecto Two; experimento musical que incluía elementos de música tecno industrial que lamentablemente no resultó como seguramente se había pretendido. Peor aún, Halford en una oportunidad dijo que el metal había muerto, lo que prácticamente equivalía a decir que él estaba muerto, pues él siempre ha sido un ícono dentro del heavy metal. Luego, al comenzar el nuevo milenio, volvería con una nueva agrupación llamada simplemente Halford, y como para dejar claro que reconocía que había cometido errores y que pretendía recuperar su trono, vuelve con un disco llamado acertadamente Resurrection.